viernes, 19 de junio de 2009

Imprescindible en inducción

A cualquiera que se informe de las ventajas de las placas de inducción frente a las vitrocerámicas tradicionales, obtendrá mil argumentos a favor de las primeras.


Su rapidez de cocción, su ahorro de energía, la seguridad que ofrece, por el hecho de que no se calienta el cristal, y un sinfín de argumentos.

Pero en este post os quiero avisar de algo muy importante, que no sale en ningún catálogo, ningún comercial lo comenta y sólo te enteras cuando ya es demasiado tarde.

Las placas de inducción requieren de una ventilación extra, por ese motivo es de vital importancia para la duración de vuestra placa que pongáis rejillas de ventilación.

En el caso más habitual de que tengáis el horno justo debajo de la placa, existen rejillas con la medida justa para el hueco que queda.





De todos modos en cualquier ferretería encontraréis rejillas, unas más bonitas que otras, para tal finalidad.
Evitar pegar el horno a la parte de arriba para colocar un cajón debajo, (es lo que se suele hacer cuando el horno es compacto), de esta forma se concentrará demasiado calor y la placa se romperá en pocos meses.
Si tenéis un módulo de cajones con 1 cajón en la parte de arriba y 2 caceroleros en la parte inferior, hacerle unos agujeros al mismo módulo de los cajones y también al zócalo para que ventile.
En el caso de que la cajonera sea de 2 caceroleros, 2 frentes de 35 de alto, en teoría ya hay bastante espacio para que circule el aire, aún asi os recomiendo los mismo que antes.

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