jueves, 9 de julio de 2009

Cuando un centímetro importa.....

Es curioso como a veces, un símple centímetro, puede cambiar la distribución de toda la cocina.

Os pongo como ejemplo esta cocina que he vendido recientemente.





Se trata de una cocina recta, nada especial; de 281 cm., de largo. Con espacio suficiente para un mueble de 2 puertas de 70 de ancho a la izquierda, mueble para la placa con 1 cajón + 2 gavetas, hueco de lavavajillas, mueble para el fregadero de 60 y un pequeño mueble extraible de 30 al final; total 280, me sobra 1 centímetro de margen para que la puerta del extraible, por si acaso, no roce con la pared. En teoría estaba a escuadra, pero......



La parte de arriba con una campana de 90 de ancho, permite los justos muebles; 2 pequeños como auxiliares y uno de 90 como escurreplatos.

El problema vino cuando a última hora se decidió cambiar el mueble de 70 de ancho con 2 puertas por un cajonero.
A simple vista puedes pensar, pues uno por otro y ya está.
Como siempre las cosas si se pueden complicar, se complicarán.

Me encontré con 2 problemas; En primer lugar, el mueble estaba pegado a la pared y justo al lado está la puerta de entrada con su correspondiente tapeta de 2 cm., de grosor. Por lo que he tenido que separar mínimo esa medida para que los cajones al abrir no tocasen con la tapeta.
En segundo lugar, el modelo de las puertas de la cocina es una melamina postformada, es decir, tiene 2 lados que son curvos (técnicamente se llama radio) y 2 lados rectos, es decir, van canteados.
Hay muchos modelos que el postformado sólo se fabrica en unas medidas determinadas y standares (30, 35, 40, 45, 50) y hasta un ancho concreto que son 60 cm.
Cuando una puerta ó un frente hace más de esa medida, cualquier fabricante la tumba y cantea los 4 lados. Si es un modelo blanco liso, por ejemplo, disimula; pero cuando el modelo contiene vetas, es obvio que queda fatal, ya que, todas las puertas van en un sentido y una puerta vá en otro.

Lógicamente la solución ha sido reducir a 60 cm., el ancho de los cajones, y repartir los 10 cm., convenientemente.
El hueco del lavavajillas que en un principio iba sólo encajado, ahora va enmarcado con 2 paneles.
Sigue habiendo espacio suficiente para que el extraible de 30 abra sin problemas.
El centro de la campana hay que desplazarlo unos centímetros a la izquierda, pero con la ayuda de buenos profesionales no debería ser problema.
Los muebles a ambos lados de la campana también cambian de ancho para acoplarse al nuevo centro.

Al final tenemos una distribución perfecta, ya que todos los huecos tienen exactamente 3 cenímetros de ancho; Tanto las regletas de los extremos como los espacios entre los muebles altos y la campana extractora.



Cuando acabe la cocina, colgaré unas fotos para que veáis el resultado.

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