Estamos en tiempos de poca actividad económica. Unos no gastan porque su actual situación personal a dado un giro de 180º.
De llevar 17 años comodamente en una empresa a verse en la calle con 4 bocas que alimentar.
Otros tampoco gastan porque el futuro no lo ven alagüeño , aunque trabajan y algunos o muchos de ellos, tienen la seguridad de que seguirán trabajando en los años venideros.
Los medios de comunicación no ponen de su parte, añadiendo más leña al fuego.
Los políticos.......... sin comentarios.
Los que se dedican a vender, ven pasar los días con poco movimiento en la tienda. Los clientes ojean mucho pero nadie suelta un euro del bolsillo.
Hay tantas ofertas anticrisis que la gente piensa que se puede rebajar aún más cualquier producto. Y mira, remira, regatea y vuelve a regatear e incluso con amenazas de que en algún sitio (cierto o no) lo ha encontrado más barato.
En las reformas se busca lo barato, bueno y rapidísimo.
En este sentido los almacenes de mueble kit ofrecen al carpintero unas entregas de hoy para ayer. Deseando vender, ofrecen descuentos que hace unos años eran impensables. Aun así, se ven recepciones medio vacías, operarios barriendo o sacando el polvo a las máquinas.
Las tiendas que son distribuidores de un fabricante, empiezan a buscar nuevas soluciones porque con su firma italiana, alemana o española de alto standing, no hacen caja.
Buscan recelosos un nuevo fabricante que le dé lo mismo a un coste menor, pero exigiendo entregas rapidísimas. Porque el cliente que al final dedice hacer alguna obra así se lo exige.
La logística de muchos fabricantes (económicos) que tienen distribuidores por todo el territorio nacional, se basa en la carga de los transportes.
Obviamente no envían cocinas sueltas (sino el coste se incrementaría drásticamente; juntan 10 ó 15 pedidos (dependiendo del cubicaje del camión) y reparten a una comunidad en concreto.
Aunque la frecuencia de los repartos son establecidos cuando se crea una nueva delegación (cada semana, cada 15 dias ó cada mes), que ocurre cuando en tiempos de crisis, como la que tenemos encima, los pedidos no llenan ni una cuarta parte de lo que cabe en el camión.
A consecuencia, he podido comprobar como algún fabricante ha decidido no servir a un distribuidor exclusivo por falta de pedidos.
A otros, directamente le quitan la exclusiva para darsela a su competencia y, encima, con mejores condiciones.
Y no nos olvidemos, como no, de la infinidad de tiendas que no pueden pagar a sus proveedores porque a su vez, sus clientes no les han pagado.
Éstos con el agua al cuello, intentan pedir créditos a sus bancos o cajas de confianza y la respuesta es siempre la misma.
La crisis demanda un cambio en la mentalidad de quienes trabajamos en este sector.
Se acabó llevar 4 o 5 obras a la vez poniendo a cualquiera haciendo cualquier cosa y de cualquier forma.
En mi opinión sólo las tiendas con poca infraestructura, pagando un alquiler asequible, con operarios autónomos, ofreciendo precios razonables y sobretodo realizando un trabajo serio y exquisito podrán superar este bache.
miércoles, 1 de julio de 2009
Aguantando mecha
Etiquetas:
actualidad
Publicado por
elcreadordecocinas
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